lunes, 18 de noviembre de 2013

La resistencia al cambio: triste pero cierto
Beatriz Olivares
@alexas1

Uno de los temas que se han tocado dentro del Congreso de Escenarios Educativos con Tecnología, tiene que ver con la resistencia al cambio, que en muchas ocasiones encontramos dentro de nuestra práctica. Resistencia que podemos percibir desde el docente, pasando por el alumno y las propias autoridades educativas. Escenario que es lamentable, pero muy real.
Escuchando y leyendo tanto a tutores como a compañeros, me he podido percatar que sin importar el lugar geográfico donde nos podamos encontrar, la situación en torno a este tema es muy similar y se centra en algunas ideas que me gustaría rescatar.

En varias de las participaciones que se realizan en el espacio de este congreso, se ha puesto de manifiesto que gran parte del problema a los cambios, que se deben dar en la educación, tienen que ver con la propia actitud de los docentes, quienes en muchas ocasiones muestran cierta resistencia por temor, se vive con el paradigma de que la incorporación de la tecnología es complicada o bien, que viene a perjudicar la comunicación interpersonal o que no se logra un verdadero aprendizaje si no hay una relación cara a cara. También existe cierta apatía por actualizarse, por dedicar parte de su tiempo a capacitarse, ya que en algunos casos se piensa que es innecesario. 

Por otra parte están las autoridades académicas, que generalmente tienen poca relación con lo que realmente se vive en el aula, ya que sólo se dedican a cuestiones de tipo administrativo y no suelen relacionarse con los cambios en el ámbito netamente pedagógico y tecnológico. No suelen actualizarse y ven el uso de la tecnología en ocasiones, como inversiones poco necesarias, es decir, en muchas ocasiones, les falta conocimiento sobre tendencias educativas y por ende, no motivan a su personal y no gestionan políticas que permitan el cambio.

Desde mi perspectiva, los dos puntos anteriores, son más que palpables e insisto se repiten en muchos lugares sin importar el sitio geográfico o el nivel académico al cual nos estemos refiriendo.  Ahora bien, leyendo las aportaciones de mis compañeros, me di cuenta de un punto, que si bien, ya lo había vivido, no le había dado la relevancia que se merece, me refiero al rol de los alumnos y es que la resistencia al cambio, no sólo se vive en los dos escenarios anteriores (docentes y administrativos) también los estudiantes juegan un papel preponderante. A pesar de que muchos pudiéramos pensar que para los alumnos trabajar con herramientas tecnológicas o en espacios virtuales les son atractivos y fáciles, muchos de éstos no suelen usarlos, no les gustan si tienen un giro académico ocasionando que muchos docentes abandonen sus estrategias usando tecnología ante la apatía de sus estudiantes, volviendo el escenario del cambio prácticamente imposible. 

Sin embargo, pese a todas las fatalidades descritas anteriormente, existe la otra cara de la moneda, la de estudiantes, docentes y autoridades que si queremos un cambio, que trabajamos día a día con la intención de moldearlo, que no nos vencemos pesé a que en muchas ocasiones nos desilusionan y nos bajan la moral los escenarios pesimistas de colegas desinteresados o alumnos apáticos. Somos más los que creemos fielmente en que la educación con nuevos métodos, mediado por tecnología, tiene buenos resultados. Somos más, los que amamos capacitarnos y aprender día a día. Somos más los que poco a poco tenemos éxitos y los compartimos, los que reflexionamos sobre nuestra labor y queremos cambiar.

En @escenariostec he percibido ese compromiso, esa motivación que me dice que vamos por buen camino, pero que aún nos queda mucho por recorrer, por enfrentar, pero que si hay una meta bien establecida, seguro se puede llegar. 

¡¡El cambio es de quienes se atreven!!

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